miércoles, 19 de octubre de 2016

ELPODER DE LAS PALABRAS - Taller de Escritura Terapeutica - Carta

“Entonces, doctor, ¿según usted todos los novelistas, hombres y mujeres, son unos neuróticos?”, pregunta André Maurois en Tierra de promisión. “Para ser más exactos –responde–, todos serían unos neuróticos si no fueran novelistas... La neurosis hace al artista, y el arte cura la neurosis”. (PHILLIPE BRENOT, El genio y la locura)



Este próximo sábado es la última sesión de nuestro Taller de Escritura Terapéutica, ha sido una experiencia maravillosa. Los Módulos han sido los siguientes:

Modulo 1: El poder de las palabras – El Valor del Relato
Técnicas básicas de Escritura Creativa, que es la escritura terapéutica y la escritura creativa. Autores e historias biográficas
.
Modulo 2: El mundo externo como baúl de sorpresas.
Colección de Experiencias, liberar el pasado, el secreto familiar, el duelo, la enfermedad, el síntoma, la sombra.
Modulo 3: El mundo interno como linterna.
Revelar, bloqueo, represión, desbloqueo emocional.
¿Quién soy realmente? ¿Cuál es mi máscara?
Conexión con nuestro lado creativo. Visitando a la musa.

Módulo 4: Abrirse puertas – En busca de la felicidad.
La importancia de la rutina, la voz interior, el derecho a escribir.
Autoestima, credibilidad y honestidad. Inventario de la felicidad.

La disponibilidad del grupo ha sido increíble, y estoy muy agradecida, hemos hecho una serie de ejercicios maravillosos, y la forma en que se han abierto y descubierto cosas es interesante y conmovedora. Eso es justo lo que hace que algo sea terapéutico, descubrir, pero también sanar y transformar.  El punto es llevarse herramientas que puedan ayudarnos mucho a descubrir cosas que no sabíamos que estaban ahi, o que lo sabíamos pero no teníamos idea de como acceder a ellas.  Tener un guía ayuda, pero una vez iniciado el camino, uno mismo de puede auto dirigir. Lo rico de un grupo es compartir y descubrir también nuestra capacidad de escuchar, y sobre todo escuchar a otros.  Hoy quiero compartirles un ejercicio que elaboró uno de nuestros participantes, con su consentimiento lo comparto.  En la primera sesión les conté que muchas veces las personas llegaban a terapia diciendo que el divorcio de sus padres no les había afectado, pero luego en el transcurso del proceso se daban cuenta que no fue así, que si les afectó y que no tenían idea de cuanto y de como les estaba impactando sin darse cuenta.  Es una actitud también muy común con los padres, te dicen que todo esta bien que a sus hijos no les afectó pero la realidad es totalmente otra.  
Esta persona descubrió muchas cosas en el taller, este ejercicio consistía en elegir un duelo, una pérdida, o un síntoma y escribirle una carta, decirle todo lo que no le has dicho y te gustaría o aquello que no te has atrevido a decirle por una u otra razón; eligió EL DIVORCIO y se la pedí para compartir por que después de 20 años como terapeuta y platicando con niños sentí que refleja lo que muchos niños y hasta adultos sintieron o sienten alguna vez.

Para el Divorcio:
¿Sabes? No sé porque escribirte esta carta, o mas bien no se como hacerlo, porque siempre estuviste aquí, desde antes ya se sentía que llegarías como si hubieran contratado a una banda que tocara para tu bienvenida.
Pero aun así nadie pudo salvarme de ti, de tus estragos de como llegaste aquel día, día lluvioso de marzo, entraste ala casa, te sentaste en el sillón y te serviste todo (o quizás mas) lo que te pertenecía.
De vez en cuando regresa tu recuerdo, quedan tus estragos y es sumamente irónico por que jamás te he visto la cara, pero se siente tu presencia tu alargada sombra.  Los peores días eran cuando llegabas acompañado, de tus amigos, ira, frustración y decepción debido a que esos días eran sinónimos de llanto, gritos y reclamos.
Cuando llegaste a casa, te apropiaste de ella como cualquier intruso de una u otra manera, todos te mencionaban te echaban la culpa, uno que otro aventado decía que por fin llegaste, o por que tardaste en llegar.
Supongo que  a los 6 años mi concepto de ti era distinto, no puedo decirte como te veía, es mas ahora no se como verte. Se que eras necesario, pero fue tu presencia fue tan dolorosa no sabía que hacer contigo, no sabía como explicarlo.
Mi familia quería apoyarme pero seguías ahí metiéndote hasta los tuétanos, estabas ahí desde que salía yendo a la escuela, mirándome, observándome desde la contra esquina de la parada de mi autobús. 
Me cagaba que cuando mencionaba que estabas en la casa, algunas personas me veían como si estuvieran viendo aun perrito muriendo.
Has marcado tanto mi vida, no es que no debas existir, solo creo que las leyes no ayudan, hacen que las cicatrices no cierren, aunque me comentaron que ahora son mas flexibles. ¿Quién me devuelve tantos careos, tantas lágrimas y todo?
Luego veo que hay gente que te tiene y no pasaron nada. 
Lo que creaste fue la mas larga y dura separación de los bandos, mamá o papá y vino la guerra de acusaciones de des prolijos, de que cada quien agarró a sus aliados y empezó el juego de ajedrez, cada quien movería sus piezas para que su contrincante pierda más, perdida de amigos, traiciones, y alejamientos, junto con los causales de dinero invertidos.
Se volvió sumamente cansado y tengo miedo que aparezcas de nuevo y seas La Katrina de New Orleans.

Agradezco muchisimo a la persona por habernos dejado compartir su carta, agradezco al grupo infinitamente por esta experiencia tan hermosa, y les invito a escribir, escribir y no dejar de escribir... nunca se arrepentirán.
Un abrazo a todos...

2 comentarios:

  1. Está padrisimo! Cuando lo escuché no le presté toda la atención a todo y ahora wow! Lo sentí!
    Liz.

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    1. siiii realmente han hecho un trabajo increible en el taller y les estoy realmente agradecida!!!!!

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